¿Qué es la patata temprana? ¿cuáles son las diferencias con la patata de media estación y tardía?
Ya está en marcha el comienzo de la campaña de recolección de patata temprana en nuestra comarca, son muchas las dudas y consultas que nos llegan en relación con las características y propiedades de este tipo de papa. A continuación, vamos a intentar poner luz ante tanta incertidumbre.
Existen diferentes campañas de patata a lo largo del año, cada una con características distintas según su momento de plantación y época de cosecha. Es precisamente la fecha de recogida la que marca las diferencias entre la patata extra-temprana, temprana, media estación y tardía.
¿Qué es la patata temprana?
La patata es un cultivo de día largo, es decir, su crecimiento óptimo se produce en los periodos en los que las horas de luz del día va aumentando, situación que se produce en plantaciones primaverales y recolecciones otoñales en las latitudes altas. Por otro lado, al emerger del suelo e ir creciendo, es necesaria la ausencia de heladas para que su crecimiento no se vea interrumpido.
No obstante, existen zonas en latitudes más meridionales, como es el caso del sur de Europa, donde la ausencia de periodos extremos de heladas permite el desarrollo del cultivo realizando una plantación invernal y una recolección “temprana” en el año. Es lo que llamamos “zonas tempranas”.
La patata temprana es, por tanto, la cosecha que se planta en invierno, entre los meses de diciembre y febrero, y se cosecha a finales de primavera, entre mayo y junio. El coincidir esta cosecha con la primavera le da a esta patata un carácter de “producto de primor”, nuevo, fresco, frente a la patata que se ha conservado durante el otoño e invierno y que ya ha perdido muchas de sus cualidades organolépticas con el pasar de los meses.
Hasta hace algunos años estas patatas tempranas se recolectaban incluso algo antes de tiempo, antes de su madurez (a la que se llega al fijar bien su piel), desprendiéndose parte de su piel, lo que le confiere mayor “frescor” si cabe. Sin embargo, en la actualidad las nuevas formas de manipulación y comercialización (calibrado, lavado y embolsado) requieren una maduración total, que evite que no se desprenda parte de su piel. De este modo, se consigue también consolidar sus características varietales, pudiendo consumir una patata con el máximo sabor, en su momento idóneo.
Esta patata temprana se dispone para su consumo de manera casi inmediata, no almacenándose, por lo que es frecuente aún verla en cajas con la piel algo suelta.
Nuestra comarca ha sido históricamente una importante productora de patatas tempranas destinadas principalmente al mercado exterior, ya que es más exigente con respecto a la calidad. Ahora con Papas de Aquí el consumidor de la zona ya puede disfrutar de una amplia gama de variedades de patata temprana, de máxima calidad, tal y como han estado haciendo los consumidores europeos. De hecho, la espera con impaciencia porque es una señal de que la primavera y el buen tiempo ha llegado a sus hogares.
¿Qué es la patata de media estación?
La patata de media estación es la patata que se cosecha entre julio y septiembre, es decir, su tiempo de crecimiento y desarrollo se sitúa entre las patatas tempranas y las patatas tardías. Esta variedad se cultiva en primavera y se cosecha en verano u otoño, según la región.
Por tanto, la patata de media estación se planta entre los meses de marzo y abril. Su ciclo de cultivo es de unos 100 a 120 días, lo que permite una cosecha a partir de julio en adelante.
Aunque lo habitual es su traslado inmediato a los mercados para su consumo, esta patata permite su almacenamiento y conservación para su consumo más tarde en el año.
La patata de media estación se cultiva en una amplia variedad de regiones alrededor del mundo, ya que su período de crecimiento es adaptable a muchos climas. En general, se cultiva en áreas con temperaturas moderadas que permiten un crecimiento constante y uniforme de las plantas.
En Europa, la patata de media estación se cultiva en países como Alemania, Francia, Reino Unido, Polonia, Italia y por supuesto, España. Aquí la patata de media estación se cultiva en muchas regiones, dándose la mano con la producción obtenida en las zonas tempranas. Estas zonas de producción de media estación son Extremadura, Castilla La Mancha y Castilla León. En estas regiones, la patata se planta en primavera y se cosecha a finales del verano o principios del otoño.
¿Qué es la patata tardía?
La patata tardía es aquella que se recolecta más tarde en el año. Cuenta con un ciclo de cultivo más largo que las patatas tempranas y de media estación y se adaptan mejor al almacenamiento, siendo la que se destina para su consumo hasta la llegada de las extra-tempranas y tempranas del siguiente año.
La patata tardía se cultiva en primavera o principios de verano, y su cosecha se realiza en otoño, generalmente entre septiembre y octubre. El tiempo de cultivo de la patata tardía oscila entre 130 y 170 días, dependiendo de la variedad y de las condiciones climáticas. Durante este periodo, la planta necesita más agua y nutrientes que las patatas tempranas y de media estación. Se caracteriza por una piel gruesa y resistente, lo que la hace ideal para conservar durante un período prolongado de tiempo.
La patata tardía se cultiva en todo el mundo, pero su lugar de cultivo habitual varía según la región y el clima. En general, se cultiva en climas templados y frescos, donde las temperaturas no son extremadamente altas en verano y los inviernos no son muy fríos. En Europa es muy habitual su cultivo en Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Irlanda, Reino Unido, Polonia y Ucrania, entre otros. En el caso de España, la patata tardía es habitual de la zona norte.
¿Cuáles son las principales diferencias entres las patatas tempranas, de media estación y tardía?
Además de las diferencias en la textura y el sabor, también hay diferencias nutricionales entre las diferentes variedades de patata según el momento de su cosecha. Las variedades producidas en las zonas tempranas tienen un mayor contenido de vitamina C y potasio que las patatas tardías.
La principal aportación de las patatas tempranas frente a las de conservación son sus mejores características organolépticas que les confieren ser un producto fresco, de primor.
En cuanto a la conservación, las patatas tempranas tienen una vida útil más corta que las patatas de media estación y tardía. Las patatas tempranas deben consumirse dentro de los 30-40 días siguientes a la cosecha, salvo que estén con piel firme y correctamente almacenadas en cámaras de frio. En cambio, las patatas de media estación y tardía se pueden almacenar durante varios meses en un lugar fresco y seco.
Por último, hay que tener muy en cuenta que esta clasificación de la patata es en base al momento de siembra y cosecha, habiendo en cada tipo de cosecha patatas de distintas variedades y ciclos, con piel, textura, color y usos culinarios específicos.
Desde Papas de Aquí te invitamos a disfrutar de los matices de estas variedades, y por encima de todo, de la patata fresca, de temporada.
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